Educamos erróneamente para vivir en sociedad
Hay niños que cometen hechos deleznables que no están causados por el odio, sino por carencia de ajuste social, por estar huérfanos de valores, de criterios, por adolecer de evolución moral.
Niños famélicos que socialmente han padecido una dieta donde se les ha suministrado el derecho a exigir, a dictar, a ser individualistas, a centrarse en sus intereses, y a los que se ha olvidado administrar el derecho a ser condescendientes y generosos, a saber esperar, ser tolerantes y solidarios, a pensar en los otros, en el prójimo.
Oímos a menudo “e…