Vivimos en una sociedad en pleno proceso de transformación que afecta a todos los ámbitos: identidades personales, familia, escuela, mundo laboral…, y nos obliga a replantear nuevas prácticas en nuestra vida cotidiana y educativa. Se han conseguido grandes avances a la vez que surgen nuevos problemas; tenemos más medios y recursos que nunca y, sin embargo, las desigualdades han aumentado. La capacidad de seleccionar y procesar información adquiere una gran relevancia en esta nueva sociedad, y con ello los recursos intelectuales, que se convierten en factor de inclusión o exclusión….
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