Las competencias éticas ocupan un lugar central en los nuevos diseños de los programas educativos de todos los niveles de la enseñanza, incluida la universitaria. Se entiende que las competencias generales que una persona adquiere durante su formación deben incorporar inevitablemente una dimensión ética que alerte especialmente del grado de autonomía y de responsabilidad que esa persona está dispuesta a ejecutar en sus relaciones con los demás, en su relación con el mundo y también en su relación consigo misma.Por autonomía entendemos esa disposición individual para alcanzar l…
Contenido solo disponible para suscriptores
Accede a este artículo individual por solo
12.38S/ IVA incluido
Descubre todo nuestro contenido sin límites
¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión