ABC¿Cómo entonces iban a sustraerse ni la prensa ni los periodistas a su propia esencia? Más aún, ¿cómo prescindir de la economía que es el motor de las sociedades y el pan nuestro de cada día y a la que está volcada la llamada prensa especializada? ¿Y cómo desentenderse del tiempo, esa página tan leída e imposible sin las ecuaciones -y por tanto el álgebra- que rige el sistema predictivo meteorológico? ¿O cómo contar la actualidad sin contar los muertos, los accidentes, los goles, los puntos, los triunfos, los euros de la cesta de la compra, los kilómetros de AVE o de car…
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