En la enseñanza de las distintas disciplinas científicas se han incluido tradicionalmente lo que denominamos “las prácticas”, un conjunto de actividades que requerían un espacio (el laboratorio), unos recursos y un material específico del cual los centros escolares no siempre estaban bien dotados. Esta circunstancia ha sido a la vez causa y excusa para que en muchos casos no se realizasen este tipo de actividades o, por lo menos, no con la frecuencia deseada. Particularmente, en el caso de los colegios de primaria, la ausencia de laboratorios, nos llevaría a pensar que “las prácticas…