Siempre he pensado que todos tenían parte de razón cuando opinaban acerca del educar y también que cada uno de ellos se equivocaba sin remedio. ¡Son tan hermosas las palabras! Por ello, cuanto en este artículo expongo es verdadero y es falso. Nadie puede presumir de poseer la certeza exacta sobre la óptima educación; tal vez porque no exista. A la hora de la verdad, lo que a unos les sirve no resulta para los otros. Las teorías no tienen paralelo práctico. Profundicemos en ello. Yo tan sólo intento que reflexionemos un rato juntos, con seria alegría y paciencia.