A pesar de las décadas de reforma educativa transcurridas, ni siquiera las personas graduadas en programas de ciencias suelen ser capaces de aportar razones, evidencias o justificaciones que apoyen sus afirmaciones en relación con el mundo natural. Estos fracasos revelan que la educación científica tiene una debilidad al haber puesto el énfasis más en el conocimiento que en las razones que justifican dicho conocimiento Además, existe el problema de las lagunas existentes entre la investigación, las políticas y las prácticas. Aun cuando disponemos de hallazgos de la investigación …
Contenido solo disponible para suscriptores
Accede a este artículo individual por solo
20.63S/ IVA incluido
Descubre todo nuestro contenido sin límites
Desde 40.49S/ IVA incluido
¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión