Aludir a lo poco higiénico que puede resultar el que los niños duerman con los zapatos con los que han caminado durante la mañana no es la reflexión que considero más importante, a la hora de decidir que los niños no duerman con el calzado, sólo una más.Dormir la siesta debe ser una actividad recuperadora y placentera, de la que los niños se levanten con todos los miembros relajados, recuperados y listos para empezar de nuevo su actividad.Los niños sienten un placer natural por estar descalzos, por percibir sensaciones con los pies, por moverlos… La siesta es un contexto natural…
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