Enredos de palabras: gramática y uso de la lengua en nuevos espacios de comunicación

En este capítulo se analiza brevemente la evolución de la enseñanza de la gramática, para explicar dónde estamos. Al respecto, aun reconociendo que hay fuentes en la retórica clásica relativas al bien hablar y el bien escribir que podrían sernos útiles, se aboga por la necesidad de volver a cuestionar tal didáctica. El sistema educativo se centra en la enseñanza de la gramática y la escritura basándose en una tradición normativa, sin que se aprecien grandes mudanzas. La educación lingüística requiere de cambios adecuados a los escolares de la sociedad actual, con el fin de conseguir una comunicación satisfactoria en el contexto del siglo XXI.

En este capítulo se recoge una nueva perspectiva en la didáctica de la lengua que comienza a calar entre investigadores y docentes, un enfoque que recupera el interés en torno al discurso y la interacción en sociedad, y que justifica por qué seguir enseñando y aprendiendo la gramática en las aulas, entendiendo que la metodología de tal proceso debe cambiar radicalmente y contemplar las diversas tecnologías de la información, la comunicación, el aprendizaje y el conocimiento, tan importantes hoy en día. Asimismo, se presentan las propiedades del discurso, los diversos registros y modalidades de la lengua y las diferencias ente oralidad y escritura.

Las nuevas tecnologías han sacado del ámbito escolar a la escritura y han creado inéditas situaciones y espacios comunicativos. En este capítulo se apuesta por salir a buscar tales prácticas fuera del aula, con objeto de enseñar y demostrar al alumnado que lo aprendido en la escuela se puede reconocer y aplicar directamente en la calle. Eslóganes, grafitis, tatuajes, ámbitos tan cercanos al estudiantado que es imposible pasarlos por alto. Las tareas que se recogen tratan, básicamente, de llegar a la gramática a partir de la lengua real y cotidiana. En este sentido, los espacios digitales también ofrecen una gran variedad de propuestas y recursos para aprender y practicar aspectos relacionados con la lengua.

Las prácticas de lectura y escritura no son fáciles de dirigir; su interpretación y extracción de las reglas gramaticales requieren que el docente ayude a los aprendices en sus primeros pasos. Este capítulo se centra en la formación del mediador, una figura que ha ido cobrando importancia, siendo cada vez más aquellos que quieren formarse para mejorar sus destrezas didácticas y habilidades comunicativas. Las prácticas que se presentan en este capítulo atienden a la triple demanda en la formación de mediadores: practicar el discurso académico (oral y escrito) y la escritura creativa y compartir experiencias lectoras (tertulias y clubes de lectura).