El patrimonio histórico-artístico

Los innovadores criterios expositivos utilizados en el proyecto Las Edades del Hombre y una de las claves que explican su gran éxito en la afluencia de público sirven como punto de partida para realizar una breve reflexión sobre los problemas que aqueja la Historia del Arte en sus planteamientos didácticos.

Las colecciones de pintura del Museo del Prado constituyen una documentación primaria interesante para aproximar diferentes períodos históricos. A partir de un módulo didáctico se plantea el estudio de 35 cuadros a fin de recabar información sobre el trabajo en la sociedad del Antiguo Régimen. El trabajo sobre cuadros se complementa y enmarca con el uso de otros tipos de fuentes.

El Museu de la Ciència i de la Tècnica de Catalunya, uno de los tres museos nacionales existentes en Cataluña por ley autonómica de 1990, se caracteriza por constituir un sistema de museos distribuidos por todo el territorio catalán, coordinados por un museo central. Cada museo muestra una singularidad temática y tiene una finalidad; mostrar parte de la historia de la industrialización en Cataluña y su impacto en la sociedad.
También pretende ser un espacio y un centro de formación para el tratamiento interdisciplinar de distintas áreas de conocimiento propuestas por la ley de reforma educativa. Con este fin, el MCTC está desarrollando un programa pedagógico estrechamente vinculado a las nuevas necesidades que comporta la reforma educativa

La arqueología urbana incorpora gran cantidad de información a la reconstrucción y valoración de los hitos del pasado en la histotia de la ciudad. Es necesario, por tanto, a nuestro juicio, que desde el campo de la educación se utilicen los medios que la AU aporta para configurar de una manera tanto más amplia en sentido espacial como más profunda en sentido temporal los contenidos de los diferentes curricula educativos. Este ejemplo intenta justificar nuestra afirmación. El estudio del «Viaje de Aguas de Atgales», uno de los hitos del pasado de Valladolid, conduce al reconocimiento de su valor patrimonial y constituye un recurso didáctico inapreciable.

Tradicionalmente, suele vincularse el aprendizaje de procedimientos en su primer nivel al aprendizaje conceptual. Sin embargo, también hay datos a favor de la Independencia del conocimiento procedimental, es decir, de la posibilidad de que se den aprendizajes exclusivamente procedimentales sin pasar previamente por representaciones declarativas. Aprender es, en realidad, un cambio en la representación y en la capacidad de manipular esas representaciones. Si los procedimientos sirven para manipular conocimientos, el aprendizaje procedimental estará dotando al sistema de capacidades cada vez más complejas y autónomas de reelaboración, es decir, proporciona al alumno capacidades de autoaprendizaje.

Se expone un modelo de prueba, para evaluar conocimientos sobre el partido Falange Española, a través de diferentes textos y de un documento gráfico. Es, en definitiva, un análisis metodológico en el que se propone valorar la capacidad para extraer conocimientos a partir de fuentes, y para estimar y comprender su carácter. El artículo presenta, también, una propuesta de criterios de corrección para valorar los diferentes niveles de los alumnos.

La reflexión didáctica se basa en la integración de tres disciplinas y en sus posibles convergencias con la formación psicopedagógica.
La propuesta de formación se fundamenta en los estudiantes, actores de su formación. A éstos, se les coloca ante una realidad compleja que deberán analizar y comprender, no a través del sesgo de fórmulas reductoras que hay que memorizar, sino a través de una dinámica de descomposición y reconstrucción reiterada y cada vez más precisa’

Patrimonio es una palabra compleja, polisémica. Tiene diferentes interpretaciones y, probablemente, muchas de ellas serían correctas. Pero para abordar la cuestión a la que estas páginas se dedican, nos detendremos en el concepto de «patrimonio histórico-artístico», es decir, el conjunto de obras o restos, materiales o no, que, por sus valores estéticos, históricos, simbólicos, lingüísticos, técnicos, etnográficos, etc. Sirven para definir y dar contenido propio a una sociedad en su dimensión actual o en su devenir histórico.